Ciencia y Salud

Así es como puedes cuidar tus pies durante la temporada de calor

Las altas temperaturas pueden contribuir al desarrollo de afecciones en los pies.

Las altas temperaturas afectan el cuerpo de diversas maneras: golpes de calor, quemaduras solares, deshidratación…. Son diversos los malestares asociados al clima severo, ya que afecta a más de una zona del cuerpo, incluyendo los pies.

Durante esta temporada, es crucial prestar atención a su cuidado para evitar problemas como hinchazón, infecciones o quemaduras.


¿Por qué el calor afecta a los pies?

Conforme el cuerpo se calienta, los vasos sanguíneos se dilatan. Esto provoca una presión arterial más baja y obliga al corazón a trabajar más para bombear la sangre por todo el cuerpo.

Cuando esto ocurre, pueden llegar a presentarse síntomas leves, como sarpullido por calor con picazón. Además, la vasodilatación también puede causar hinchazón en los pies y tobillos. En este caso, los expertos recomiendan elevar los pies al final del día.

El dato

¿Cuánto cargan los pies? 

Los pies y los tobillos absorben aproximadamente el 120 % del peso corporal de una persona, según Mayo Clinic. 


Además, mientras más calor hace, más suda el cuerpo, lo que puede crear un ambiente propicio para el crecimiento de hongos y bacterias en los pies, aumentando el riesgo de infecciones como el pie de atleta.

Es por ello que, según la Asociación Americana de Podología Médica, es preferible evitar utilizar zapatos cerrados y poco transpirables. Las sandalias pueden ser una opción cómoda que reduce la probabilidad de que proliferen hongos y bacterias

Tampoco es recomendable la exposición prolongada al sol: la piel de los pies es tan susceptible a las quemaduras solares como cualquier otra parte del cuerpo, por lo que no pueden quedar exentos de la aplicación de protector solar.

El uso de calzado adecuado puede ayudar a prevenir diversos problemas, desde mal olor, hasta uñas encarnadas | Especial
El uso de calzado adecuado puede ayudar a prevenir diversos problemas, desde mal olor, hasta uñas encarnadas | Especial

Cortar las uñas de manera adecuada es una recomendación vigente para todo el año; sin embargo, en los meses de calor, los pies suelen ser más vulnerables a factores externos. Por ello, evitar una uña encarnada causada por un mal corte resulta fundamental.

Asimismo, la hidratación es parte de la rutina de cuidado de los pies debido a que las extremidades tienden a resecarse más en verano. Usar cremas hidratantes específicas ayuda a prevenir grietas y callosidades.

Consejos para mantener los pies saludables

Cuidar los pies durante la temporada de calor no solo mejora su apariencia, sino que también previene problemas de salud. Un lavado y secado adecuado, especialmente entre los dedos, ayuda a prevenir infecciones.

Si bien caminar descalzo puede ser tentador en días en los que el calor es sofocante, lo preferible es limitar esta práctica ya que los pies quedan expuestos a quemaduras solares, verrugas plantares, pie de atleta, tiña y lesiones en los pies.

En este sentido, siempre es preferible utilizar zapatos especiales o chanclas en la piscina, en la playa, en el vestuario e incluso en la alfombra o en el baño de la habitación del hotel ya que siempre son posibles focos de infección.

Algunas actividades al aire libre pueden requerir diferentes tipos de calzado, por lo que Mayo Clinic recomienda llevar siempre un par extra de zapatos impermeables. En dado caso de que este se moje, se tiene que secar completamente antes de volver a usarlo para evitar la proliferación de bacterias u hongos.

Asimismo, en día de calor se debe fomentar el flujo sanguíneo con flexiones periódicas de tobillos, movimientos de los dedos de los pies y estiramientos de pantorrillas.

Caminar descalzo aumenta los riesgos de contraer hongos y bacterias | Especial
Caminar descalzo aumenta los riesgos de contraer hongos y bacterias | Especial


Factores que pueden causar enfermedades de los pies

De acuerdo con el Royal College of Podiatry, institución especializada de Inglaterra, hay problemas en los pies más comunes que otros. Entre ellos están:

Rigidez en el dedo gordo del pie : suele presentarse con el desgaste de la articulación, lo que ocasiona dolor y dificultad de movimiento.

Deformidad en los dedos: las más comunes son de martillo, en garra o retraídos, llegan a presentarse cuando existe un desequilibrio entre los músculos del pie y la pierna, la presión externa del calzado y las lesiones directas también pueden contribuir.

Pies envejecidos: conforme pasan los años el pie comenzó a adelgazar y perder elasticidad mientras que la piel se vuelve más frágil.

  • Pie de atleta/ hongo: las infecciones de origen micótico (es decir, causadas por un hongo) suelen traer consigo picazón, zonas agrietadas, ampollas, descamación y enrojecimiento. Generalmente el agente infecciones se encuentra en piscinas, duchas y vestuarios, así como en áreas en las que la gente suele caminar descalza. Una vez contaminados los pies, el ambiente cálido, oscuro y sudoroso de los pies con zapatos o zapatillas deportivas proporciona el caldo de cultivo ideal para el hongo.
  • Ampollas: conocidas como lesiones dolorosas llenas de líquido, se producen con la fricción o presión del calzado. Para las personas con diabetes puede ser un problema grave.
La mayoría de los problemas de pies suelen ser de bajo riesgo, no obstante, siempre es recomendable acudir con un especialista | Pixabay
La mayoría de los problemas de pies suelen ser de bajo riesgo, no obstante, siempre es recomendable acudir con un especialista | Pixabay


  • Juanetes: se trata de una deformidad del dedo gordo del pie que lo lleva a inclinarse excesivamente hacia el segundo dedo, formando una protuberancia ósea en el costado del pie. La genética tiene un gran peso en su aparición ya que incrementa la predisposición a que haya una mecánica defectuosa en el pie.
  • Callos y durezas: cuando la presión en el talón se vuelve excesiva, algunas zonas se engrosan, formando callos y durezas. Para atenderlos es recomendable acudir con un podólogo.
  • Dolor en el talón: este padecimiento es bastante común, según el Royal College of Podiatry, en la mayoría de los casos es resultado de pequeñas lesiones repetitivas “que se dan a un ritmo mayor al que el cuerpo puede sanar”.
  • Uña encarnada: se produce cuando un trozo de uña perfora la piel del dedo. Los factores de riesgo son: el incorrecto corte de uñas de los pies, el tipo de calzado, calcetines muy apretados, condiciones genéticas y sudoración excesiva.

Otras afecciones comunes son: la osteoartritis, la artritis reumatoide, los pies sudorosos, la aparición de verrugas, y la condición de pies plano.

LHM 


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