Yuri no pudo haber elegido mejor título para el show que estrenó anoche en El Auditorio Nacional, Icónica Tour; pues el calificativo la define acertadamente por la historia que ha hecho en la música y que anoche concentró en una producción, que de principio a fin evidenció sus alcances vocales, sus dotes de bailarina, pero sobre todo esa necesidad que, después de casi 5 décadas de trayectoria, mantiene por demostrar su pasión por su profesión.
En poco más de 150 minutos protagonizó una noche que combinó disciplina, profesionalismo y experiencia para regalar una velada inolvidable a sus fans, que aunque acostumbrados a su talento y forma de consentirlos con su canto y producciones; se sorprendieron por el gran show de la jarocha.

La fiesta de Icónica Tour inició a las 8:20 de la noche, cuando el foro ya lucía lleno; arrancó con el tema “Este amor” y a partir de ese momento la comunión entre la artista y sus invitados se dio de forma espontánea. Y creció cada vez que la intérprete se dirigía a ellos con esa forma desparpajada y sincera que la representa.
“Esta noche vamos a recordar…”, dijo y la reacción fue inmediata.
Los gritos se escucharon por el foro, donde a través de imágenes y a manera de preámbulo ya se habían reflejado a las muchas Yuris que estaban por aparecer en el escenario y que materializan la historia musical de la veracruzana.
“Traer a todas esas Yuris no ha sido fácil, y así como ustedes van a recordar, yo también lo he hecho. En los ensayos han surgido muchas emociones, y controlarlas no ha sido fácil, pero ustedes me calman todo… Así que bienvenidos”, añadió la anfitriona.

A partir de entonces encontró eco a sus acciones. Los fans la seguían en sus letras, como cuando entonó “Yo te amo, te amo”, “No puedo más” o “Espejo”; o emulaban sus bailes, “Hombres al borde de un ataque” y “El Apagón” fueron propicios para ello, especialmente porque tanto la cantante como su cuadro de bailarines contagiaban su gusto llevar el ritmo; y hasta lanzaban suspiros, como cuando entonó “Es ella más que yó” o “Yo te pido amor”.

Yuri “tocó” a todos con el recorrido musical que ofreció, a través de los temas que la han llevado al éxito, en cada una de las décadas que integran su carrera, y que presenta a manera de actos en su nuevo show. Espectáculo, que, como en las grandes noches de la época de Centro Nocturno en México, vistió con un derroche de producción, músicos, sonido, luces, efectos especiales, vestuario, coreografías y escenografía; y coronó con su voz. Un show potencializado para el escenario del Auditorio Nacional.
Y ante ello, el gozo fue total; hasta de los que solo iban de acompañantes de los fieles seguidores de Yuri, más de uno se desprendió de su escepticismo y sucumbió con discretos coros ante clásicos como “Maldita primavera” o “Detrás de mi ventana”.

Franca, como suele ser, Yuri compartió: “Hay canciones de otros compañeros que he querido cantar…”, y así tras citar a Mijares y entonar unas notas de “Para amarnos más” y seguir con “Acaríciame y déjame escuchar tu corazón”, que comentó: “es de la maestra (Manoella Torres)”; dio paso a las notas de “De mí enamórate” que ejecutaban sus músicos con la maestría que habían mantenido a lo largo del show. Pero la escena fue más emotiva cuando el público se dio cuenta que la interpretación de la composición de Juan Gabriel, la estaba haciendo Daniela Romo.
Cuando ambas unieron sus voces, la euforia del público se sumó a la escena. El agradecimiento de invitada y anfitriona fue recíproco.
“Te quiero dar las gracias por honrar este escenario, como siempre lo has sabido hacer, por honrar lo que te enseñaron y por tener la generosidad de compartir este espacio”, dijo Daniela.
Y Yuri respondió: “Gracias por estar aquí y por haber compartido este escenario, es la primera vez en muchos años que cantamos juntas, ya era hora, mana”. Ante la emoción, surgió el “otra, otra, otra” del público.
Pero la fiesta siguió y un elegante auto y la recreación de la época en la que “El apagón” se distinguía como éxito musical, volvió a transformar el ambiente en el escenario, como sucedió a lo largo de la noche; en la que la anfitriona también se transformaba con vestuario, peinado y maquillaje en cada canción, para estar ad-doc con cada época que representaba.
“En la vida una tiene que ser agradecida, así me decía mi mamá”, dijo Yuri al dirigirse nuevamente al público para nombrar a algunos de sus invitados especiales “que me han apoyado tanto en mi carrera, como Maxine Woodside, Mariano Osorio y Mauricio Barcelata”.

“Aire”, con sus arreglos originales y la misma intención que Yuri le dio cuando lo estrenó en 1987, pero ahora con efectos más sofisticados, gracias a la tecnología actual; por lo que la cabellera y vestuario de la cantante volaban con cierta sincronía, mientras hacía gala de sus alcances vocales, fue el preámbulo del gran final.
El cierre no podía ser mejor, porque la anfitriona que ya había contagiado la alegría y ritmo que, como buena jarocha le dio la naturaleza; provocó tremendo baile valiéndose de un mix de Celia y de que para entonces ya era dueña de la voluntad de sus invitados, que habían abandonado sus asientos para emular los pasos de la Icónica cantante.
AJR