El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en la entidad, José Luis Urrutia Segura, indicó que hay preocupación e incertidumbre en el sector empresarial, en especial el automotriz ante la posible imposición de aranceles a México por parte del gobierno estadounidense, por ello es momento de evaluar las condiciones que permiten la exportación de productos sin el pago de aranceles.
“Hoy en día existe una cuota de contenido regional que se debe cumplir para acceder a los beneficios arancelarios del Tratado de Libre Comercio, la industria está reaccionando más que con preocupación con un sentido de mirar hacia adelante”.
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Todos los sectores -apuntó- deben vislumbrar lo que sigue y en caso de que los aranceles sean una realidad refuercen el porcentaje de contenido regional en sus procesos y así accedan a los beneficios arancelarios.
A nivel nacional y local -mencionó- la Canacintra ha generado cursos enfocados en el cumplimiento de las reglas de origen para la exportación y la regulación vigente en el sector industrial ene general, no solo del sector automotriz.
“Hay que establecer estrategias particulares en cada industria para que, si más adelante se endurecen las medidas, se exige mayor contenido nacional o complican las condiciones, estén preparados y no los tomen por sorpresa”.
La renegociación del T-MEC -mencionó- ayudó desde el sexenio pasado a regionalizar el suministro de ciertos insumos y materias primas, aunque el reto económico es muy grande, pues al sustituir las importaciones asiáticas, que tienen costos muy bajos, la adaptación de la manufactura local implicará ciertas inversiones para ser competitivos.
“En algunos casos se ha logrado, en otros no porque las economías de escala que tienen los países asiáticos prácticamente vuelven poco viables estos esfuerzos. Aunque si hay esfuerzos que han dado frutos de manera diferente dependiendo el sector cuando se habla de suministrar ciertos materiales”.
Plazas laborales
Por otra parte, Urrutia Segura refirió que más allá de las dificultades administrativas para la contratación laboral de los migrantes que han sido repatriados de Estados Unidos, no debe perderse de vista que muchos de ellos están acostumbrados a ganar un salario por horas y mucho mayor al que se paga en México, además de tener ingresos que les permitían el envío de remesas.
“El asunto no es si se pueden o no incorporar al sector laboral formal sino entender si tienen la voluntad para permanecer permanentemente en el país. Ayuda mucho la mejora de las condiciones laborales y salariales dentro de la economía formal, pues la economía informal no ofrece muchas las mismas percepciones que la industria y el comercio bien establecido”.
Las 35 mil plazas laborales que ofrece la iniciativa privada nacional a través del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) -enfatizó- representan una oportunidad para los migrantes de incorporarse al sector económico formal, pero todo dependerá de las circunstancias e intereses de los hermanos migrantes deportados.
“La industria maquiladora establecida en la frontera constantemente carecen de personal y en muchas zonas industriales del país a veces no se alcanzan a cubrir todos los puestos, pero el gobierno debe estar consciente de que los migrantes no pueden llegar a un buen cargo de inmediato; todo requiere capacitación, y si se trabaja en colaboración de pueden facilitar los proceso”.
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