El año pasado fue el más caluroso registrado en la historia como confirmó la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en enero de este 2025. La temperatura media mundial fue 1.55 °C más alta que la media de 1850-1900.
Diversos países resintieron este incremento, incluyendo México, en donde se experimentó el año más cálido desde 1880. De acuerdo con un reporte de la OMM, los picos de calor intenso se debieron principalmente al aumento de las emisiones de gases efecto invernadero, junto con un cambio de El Niño a La Niña, fenómenos climáticos opuestos que alteran la temperatura del Océano Pacífico.
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Asimismo, la organización detalló que los cambios en el ciclo solar, una erupción volcánica masiva y una disminución de los aerosoles solares pudieron haber contribuido al clima que se experimentó en 2024.
¿Cómo será el clima este 2025?
Tomando en cuenta la tendencia, ¿se prevé que el calor siga empeorando este año? Puede que no. De acuerdo con Víctor Manuel Torres Puente, investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, se espera que este año sea menos drástico que el anterior.

De acuerdo con el experto, 2024 estuvo marcado por la transición de los fenómenos El Niño y La Niña. El Niño se caracteriza por provocar altas temperaturas en el mar, mientras que La Niña tiene el efecto contrario.
Desde febrero de este año, las temperaturas de la superficie marina se debilitaron en el centro y este del Océano Pacífico. Cuando esto ocurre, y como explica Torres Puente, el calor puede ser menos severo.
No obstante, en un comunicado de la institución, agregó que las temperaturas seguirán siendo altas. Por ejemplo, para el norte del país se prevé una temporada “más cálida de lo normal” sumada a una disminución de lluvias.
En la capital de México hay un 50 % de probabilidad de que se presenten temperaturas de entre 29 y 30 °C. Los estados de la Costa del Golfo podrían experimentar un calor de hasta 40 °C.
Aunque la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) aún no tiene certeza sobre el pronóstico para los próximos meses, hay un 50 % de probabilidad de que se desarrolle una fase neutral del fenómeno El Niño-Oscilación del Sur (ENOS) entre julio y septiembre.
Esta fase tiene implicaciones menos extremas en comparación con El Niño o La Niña, ya que el clima tiende a ser más estable y cercano a las condiciones promedio (aunque los efectos pueden variar según la región y la temporada del año), como señala la NOAA.
En este caso, las precipitaciones suelen ser más equilibradas —sin los extremos de sequías o lluvias intensas— mientras que las temperaturas tienden a mantenerse dentro de rangos normales, sin los picos de calor o frío.
No obstante, para el norte de México, las condiciones neutras pueden significar temporadas más secas y calurosas, mientras que en el centro y sur se espera un clima más regulado con lluvias ocasionales.
Además, aunque la fase neutral es más estable, aún pueden ocurrir fenómenos extremos como frentes fríos, tormentas y ciclones tropicales.

La OMM también ha destacado que los fenómenos climáticos naturales actuales están ocurriendo simultáneamente con el cambio climático provocado por actividades humanas, lo que ha derivado en eventos meteorológicos más extremos. Basta señalar que enero de 2025 fue el mes de enero más cálido jamás registrado, a pesar de las condiciones más frías asociadas a La Niña.
Olas de calor
Las olas se producen cuando la temperatura es más alta de lo normal durante varios días seguidos y ocurren cuando hay alta presión atmosférica en ciertas áreas, lo que limita la formación de nubes y aumenta la radiación solar, generando incrementos regionales de calor.
Según el experto universitario, estos eventos son cada vez más frecuentes, no por variaciones climáticas naturales, sino por el calentamiento global provocado por actividades humanas y las emisiones de gases de efecto invernadero.
Lo señalado también es respaldado por el estudio Anthropogenic forcing has increased the risk of longer-traveling and slower-moving large contiguous heatwaves, publicado en marzo de 2024 en la revista Science.
Los autores de la investigación detectaron que las olas de claro se han vuelto más persistentes y logran recorrer distancias más largas. Como conclusión, indicaron que períodos más prolongados y en regiones más amplias podrían causar graves daños en la salud humana y el medio ambiente en el futuro.
Esto será más evidente “si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan aumentando y no se toman medidas efectivas de forma inmediata”.
LHM