Nada más hermoso que la alegría y risa de los niños, es lo que provoca Carlos y su muñeco "Pancholín", quienes se encuentran frente a la Plaza de Armas de Torreón.
Los que con su plática amena y chistes no pueden pasar desapercibidos ante los transeúntes, muchos de los que se detienen para divertirse un momento.
Son los pequeños que muestran su asombro al ver como el pequeño muñeco, se mueve y se comporta como si fuera un niño, sin dejar de decir toda clase de bromas y preguntas, que hacen que todos los presentes suelten carcajadas y risas.
Todo aquel que se detiene a verlos, disfruta del trabajo que desarrolla el ventrílocuo.
Carlos Rodríguez, quien hace dúo con "Pancholín", indica que nada es más bonito que sacar una sonrisa a las personas, con lo que se da por bien pagado y así sigue con su trabajo durante varias horas.
Se ha dedicado a ser ventrílocuo durante 7 años, lo heredó de su padre Ramiro, conocido como "El Chimonclas" o "Pinolillo", de quien dijo tenía su teatro rodante durante la época de oro, incluso llegó a trabajar con Mario Moreno "Cantinflas" y Germán Valdés, "Tin Tan".
Además trabaja confeccionando botargas, haciendo otros muñecos y presentándose en fiestas como payaso.