La madrugada del lunes un estruendo sacudió la colonia Luis Donaldo Colosio, localizada en el norponiente de Gómez Palacio, en La Laguna duranguense. La explosión, presuntamente provocada por una acumulación de gas, desató un incendio en una vivienda donde se encontraban diez personas. Nueve lograron salir con vida.
Sarai, de sólo 13 años y con seis meses de embarazo, quedó atrapada en el interior.
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El fuego se propagó con rapidez. Vecinos y familiares intentaron ayudar, pero las llamas lo hicieron imposible. "Todos gritábamos que faltaba la güerita, pero el fuego estaba horrible, se salía de los cuartos", relató Dora, una vecina que presenció la tragedia.
Cuando los bomberos finalmente lograron sofocar el incendio, hallaron el cuerpo calcinado de la menor junto al refrigerador en la cocina.
Sarai vivía en esa casa desde hacía un mes, tras mudarse con su pareja Kevin, de tan solo 15 años.
El padre de la menor, Eleazar Aguilar González, aún no entiende por qué su hija no salió con los demás. "Me avisaron a las 4:30 de la mañana y las cosas no cuadran. No se vale, yo era su papá y su mamá para ella, y ahora me dicen muchas cosas porque mi hija ya no está, se me quemó y en la Fiscalía (General de Justicia de Durango) no me la quisieron dar", expresó a MILENIO, entre lágrimas.
Aseguran que versiones no cuadran
El incendio ocurrió alrededor de las cuatro de la madrugada. Según testimonios, la familia de Kevin despertó con el estruendo y salió corriendo de la casa, sin poder auxiliar a Sarai.
Familiares indicaron a las autoridades que escucharon un fuerte estallido en la cocina por lo que, de inmediato y ante el grito de alarma salieron de la casa, no así la menor que falleció en el lugar.

Kevin, papá del bebé que Sarai llevaba en el vientre, aseguró a los familiares que intentó rescatarla, pero que una viga del techo le cayó encima y lo dejó inconsciente. Sin embargo, el testimonio de los bomberos contradice esta versión, pues el cuerpo de Sarai fue hallado en la cocina, lejos de la zona donde colapsó el techo.
"Eso me dijo él, pero los bomberos nos dijeron que su cuerpo (de Sarai) quedó a lado del refrigerador en la cocina, no sabemos bien que pasó y la tristeza está aquí con nosotros", comentó una de las tías de la menor.
Familiares piden investigar
Agentes de distintas corporaciones policiacas resguardaron el lugar mientras peritos del departamento de Medicina Forense y del Ministerio Público realizaron las diligencias correspondientes para el levantamiento de los restos y traslado a la morgue para la necropsia de rigor.
La incertidumbre pesa sobre la familia de la menor, que exige una investigación para esclarecer los hechos. "No sabemos bien qué pasó y la tristeza está aquí con nosotros", dijo una de sus tías.
Mientras tanto, en casa de sus familiares en San Ignacio, colonia cercana a donde ocurrió la tragedia, familiares y amigos esperaban el cuerpo de Sarai para velarla.
Fiscalía no ha entregado los restos
La noche de este lunes, la Fiscalía de Durango aún no lo entregaba, pues era necesario realizar la necropsia y pruebas de ADN para el reconocimiento oficial.

El lugar donde habrían de despedirla fue decorado con globos rosas y flores. En el centro, una fotografía de Sarai con su ultrasonido, iluminada por veladoras, recordaba la vida que esperaba y la que perdió.
"Ella era risueña, feliz, malhablada pero muy buena, siempre la recordaremos y deja un vacío enorme, quería a su bebé", dijo Leo, una de sus primas.
La comunidad de San Ignacio está de luto. Sarai, una niña que apenas comenzaba a vivir, se convirtió en una víctima de la negligencia, del descuido o del destino. Su familia aún no tiene respuestas, pero sí una certeza: "Seguiremos buscando la verdad, porque Sarai no merecía morir así".
aarp