El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Guerrero, José de Jesús González Hernández, sostuvo que hasta el momento los grupos del crimen organizado no han atendido los llamados que han hecho para afianzar la paz.
González Hernández manifestó su preocupación por los hechos de violencia que afectaron a la capital hace algunos días, particularmente los ataques registrados en el mercado central Baltazar R. Leyva Mancilla, los que dejaron el saldo de por lo menos cuatro personas muertas.
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Iglesia busca la paz en México
En la capital del estado, el obispo recordó que la iglesia tiene como vocación promover la pacificación del estado, pues asumieron: “Nosotros tenemos esa misión de ser mediadores de paz".
Recordó que fue la iglesia la que logró que los grupos que se disputaban la capital pactaran una tregua tras varios días de confrontaciones; haciendo referencia a los Tlacos y Ardillos.
En ese contexto, llamó a la población a no fomentar la violencia en sus diferentes expresiones, por el contrario, pidió promover la paz de manera permanente.
¿Qué dijo el obispo?
"El mensaje es que todos debemos ser mensajeros de paz, que nadie deje espacio a la violencia, no ser violentos empezando por uno mismo, todos están en mis oraciones, en todas pedimos por la paz y la unidad", anotó.
González Hernández pidió a las madres buscadoras no dejar de buscar a sus seres queridos y a la población ser sensibles y apoyarlas, no caer en el error de descalificarlas.
¿Qué se sabe de los grupos criminales de Chilpancingo?
Los Ardillos no es el único cártel con presencia en Chilpancingo. Desde hace dos años, reportes de la Secretaría de la Defensa Nacional registran, al menos, otros seis grupos delictivos en la capital de Guerrero.
En total, siete que se alimentan de la extorsión y que elevan las cifras de homicidio y desaparición forzada en la batalla por los presupuestos públicos que manejan los alcaldes. La lista incluye:
- Cártel del Sur.
- Los Rojos.
- Los Jefes.
- Cártel de la Sierra.
- La Nueva Familia Michoacana.
- Los Ardillos.
- Los Tlacos.
Éste último —Los Tlacos— es identificado como el brazo armado de la falsa policía comunitaria del municipio Heliodoro Castillo, ubicado a 34 kilómetros del centro de Chilpancingo y uno de los más sofisticados a la hora de robar fondos federales.
Por ejemplo, entre la clase política y empresarial local es un secreto a voces que la obra para crear el relleno sanitario que atiende la zona centro del estado —que incluye a los municipios Chilpancingo, Tixtla y Zumpango— se financió parcialmente con el 'Ramo 33' y con un sobreprecio que benefició al crimen organizado.
RM