Espectáculos

“'Django con la soga al cuello' es sano esparcimiento, no terapia”: Antonio Vega

Aunque trata sobre depresión y suicidio, se trata de una obra para entretener, asegura el dramaturgo

El actor, dramaturgo, director y productor Antonio Vega descarta que su obra Django con la soga al cuello sea terapia, aunque trate sobre depresión y suicidio, sino que es una hora de sano esparcimiento.

“Yo no sé si es una herramienta para sanarme a mí mismo o para inspirar a los demás. No sé si lo hago por razones egoístas o si tengo algo que decir —dice Antonio Vega—. Esto es una obra de teatro, no es terapia, no somos profesionales de la salud mental o doctores; somos gente que va a darle a otra gente una hora de sano esparcimiento. Y si se prende una luz por ahí o si inspiramos a alguien, está por añadidura”.

En su segunda temporada en vivo en el teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Cultural Universitario, la pieza con títeres, efectos de sonido, video y miniaturas producida por Piedad Teatro y Teatro UNAM se centra en un personaje, Django, a quien, al borde del suicidio, un perro poodle le cambia su destino.

“El mensaje de Django con la soga al cuello es la obra en sí misma. No hacemos teatro para dar lecciones de vida. Pero, si tuviéramos que resumir su mensaje en algo, sería: No estás solo, hay ayuda disponible, no te rindas. Eso querríamos que la gente recordara al final de la obra, además de mirar al otro, que eso nos ayuda a salir de nosotros mismos”, comenta en entrevista la mente detrás de la pieza.

Vega y su compañera Ana Graham recibieron hace unos años una invitación de la compañía neoyorquina ¨PlayCo para hacer una obra que, con el apoyo de 59E59 Theaters/TheElysabeth Kleinhans Foundations, cuajó en Django in Pain, una pieza en versión digital en inglés durante la pandemia que, coproducida con Teatro UNAM, tuvo su par en español y, después, su puesta en escena.

El proyecto original se realizó en total aislamiento en la recámara del departamento de Vega y Graham en Nueva York durante la emergencia sanitaria de 2020.

La pieza se estrenó en febrero de 2024 en el teatro universitario al que, después de varios premios, regresa con otra temporada del 20 de marzo al 27 de abril próximo, en funciones de jueves a domingo.

El autor, director y titiritero del personaje de Django recuerda que la historia se basó en su experiencia personal y sólo después consultó a psicólogos sobre la depresión y el suicidio, aunque destaca la importancia de se muestra que sí hay ayuda disponible y no se debe sentir vergüenza de pedir ayuda.

“La asesoría profesional fue a posteriori. Me basé en mi propia experiencia, mi propia batalla contra la depresión. Quisé expresar cómo se siente, cómo se ven las cosas, mi camino hacia una salud mental mejor. Después de que estaba ya hecho el trabajo, conversamos con psicólogos, con profesionales de la salud mental, que, afortunadamente, pensaron que podría ser buena herramienta para que la gente entendiera mejor de que se trata la depresión y, como vemos en la obra, que no hay una respuesta fácil, que no es blanco y negro, ni que me tomo una pastilla o adopto una mascota y estoy curado, sino que es un camino largo que requiere mucho esfuerzo”, expuso el autor también de El síndrome Duchamp.

También reconoció el trabajo hecho por Ana Graham para concretar un proyecto, que era muy largo.

“Lo más difícil fue llegar a una síntesis de las muchas cosas que quería decir, sin parecer rebuscado; editar, quitar cosas que con la ayuda de Ana pude rasurar. El texto era más largo, había más personajes, cosas que no pertenecían a la obra, hasta llegar a esto una vez teniendo el scrip y grabar las escenas”.

Otra colaborador esencial fue el músico y compositor Cristóbal MarYán, con quien ya había trabajado.

A Vega, Graham y MarYán se sumaron al ensemble Belén Aguilar, Emmanuel Lapin, Alfredo Veldañez, Mónica García, Joaquín Herrera, además de María Kemp en los efectos sonoros, entre otros.

Vega aclara que decidió llamar a Django con la soga al cuello “pequeño western” por ponerle género.

“Una vez terminado el trabajo, no sabíamos ponerle etiquetas. La música siempre remitía al western, a la batalla del bien contra el mal, al lobo contra el hombre en el campo... Está ambientado como si fuera un western (película del oeste), pero fue por decirle de alguna manera. No sé si es teatro, cine, película en vivo, títeres. Tampoco es que me interese archivar o etiquetar un género específico, es sólo que a la gente a veces le gusta saber qué está viendo o qué va a ver”, justifica el creador escénico.

Subraya en la conversación que la obra ha conectado con gente de todas las edades, aunque reconoce que los jóvenes son los más entusiasmados con Django con la soga al cuello y se los hacen saber.

“El acercamiento con los jóvenes es vital para nosotros como compañía”, dice sobre Por Piedad Teatro.

Y también destaca que esa conexión con los jóvenes, que en todo el mundo son los principales afectados por depresión y suicidio, fue “una buena excusa” con Teatro UNAM para coproducir la obra.

“Por eso incluímos esos mensajes de 'si necesitas hablar con alguien, hay ayuda disponible, búscala', al final de Django con la soga al cuello y en los programas de mano”, señala Antonio Vega.

MGR

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José Juan de Ávila
  • José Juan de Ávila
  • jdeavila2006@yahoo.fr
  • Periodista egresado de UNAM. Trabajó en La Jornada, Reforma, El Universal, Milenio, CNNMéxico, entre otros medios, en Política y Cultura.
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