En menos de una semana, autoridades federales aseguraron casi 20 millones de litros de combustible robado en dos entidades fronterizas del país: Baja California y Tamaulipas. En ambos casos fue en ciudades portuarias donde arriban barcos petroleros.
En el primer hallazgo, en Ensenada, se encontraron casi 8 millones de litros de combustible. En el segundo, en Altamira, había 10 millones de litros.
¡CASI 20 MILLONES DE LITROS! que transportaron desde o hacia barcos, que movieron varios kilómetros por tierra en decenas de pipas y que almacenaron en tanques de grandes dimensiones. Nadie había visto nada.
La novedad no es el atraco, sino el combate al mismo. Pues de llegar a todos los responsables podría destapar toda una cloaca.
Ex funcionarios que trabajaron combatiendo el robo de combustible me explicaron que están metidas personas del sindicato de Pemex, autoridades municipales, estatales y federales. Un negocio que ya es controlado por el crimen organizado.
La detección y aseguramiento de estos dos predios, separados por más de 3 mil kilómetros de distancia, evidencia que no son casos aislados y pone al descubierto que el combate del gobierno de Andrés Manuel López Obrador al huachicol fue un fracaso, pues no se terminó, como dijo que ocurriría, sino que creció.
Más allá de la cantidad de combustible asegurado, la Fiscalía General de la República debe avanzar en las investigaciones para determinar con claridad hasta dónde llega la complicidad entre autoridades, trabajadores petroleros y una parte del sector privado y Pemex que terminan comercializando el hidrocarburo en estaciones legalmente establecidas.
De acuerdo con lo que me explicaron, el mayor robo se comete de manera contable: conocido como huachicol fiscal. Diariamente se produce más de lo que se reporta y el excedente se vende en el mercado negro nacional o internacional.
Resulta que todo era bien sabido, pero nadie decía nada. Sin embargo, resulta que el combate a este delito también es de interés de Estados Unidos y fue una petición expresa en la reunión entre autoridades de ambos países en Washington, de la que se dio seguimiento el viernes en Palacio Nacional con la visita de la secretaria de Seguridad, Kristi Noem, y de lo que esta semana en la capital estadunidense presumirá avances el secretario Omar García Harfuch.
¿Se destapará todo el huachicolgate mexicano, por presión de Donald Trump?