Escribe Jardín de noche como si 12 cuentos casi fueran el mismo, donde las mujeres aparecen con sus dudas, valentías, temores y atrevimientos, con pensamientos secretos, lejos del ámbito social; cuando el cerebro juega a repensar su existencia entre lo que son y quisieran ser frente al otro género, el masculino. Porque los hombres no importan en los relatos breves donde ellas se cuentan para sí en un jardín que invita a reflexionar.
Mujeres viudas, divorciadas, madres, abuelas, hijas o la mujer amante de otra mujer; solas frente a la posibilidad de la aceptación en comunidad o el rechazo patriarcal, pero empoderadas en la inmensa noche con sus estrellas. Historias con una literatura de libertad imaginativa, de toques poéticos y rockeros. Ellas tienen la palabra en sus deseos y pasiones eróticas. Ignoro si las lectoras, tan suspicaces, se sientan identificadas. Importa que aparecen con sus sombras fantasmales donde la realidad se confunde con la ficción, o al revés. Cuentos hermanados en temática, pero con anécdotas distintas. No es perturbador lo que se narra sino lo que piensan en un fraccionamiento que separa un jardín del otro, en medio de bugambilias, rosas, tlacuaches, ratas, insectos, hormigas; un hoyo profundo con raíces y agua oculta bajo tierra, acaso es ese mundo animal y la naturaleza ante esos seres racionales que habitan la misma esfera terrenal en predios donde los une la soledad del planeta. En una condición social que no es la clase baja. No creo que Fabio Morábito pretenda recrear el mundo femenino ni mucho menos denunciar las taras sociales que se padece fuera de esos hermosos jardines, pero algo hay de eso en letra oculta.
No sé por qué Haruki Murakami abre los 12 cuentos: “El tiempo siempre pasa veloz cuando miro el jardín. Y debieron de haber transcurrido muchas horas, porque todo alrededor estaba oscuro”. Lo describiría distinto: el tiempo pasa lento, donde los jardines son el escenario para que las mujeres monologuen en ideas y pensamientos a fin de liberarse del mundo que las oprime. Y todo es luz en medio de la oscura y transparente noche.
Felicidades a Fabio Morábito, Premio Mazatlán de Literatura 2025, por su libro de cuentos Jardín de noche.