¿Fue por corrupción, miedo o por amenazas? Sólo el juez Rubén García Mateos podría confesar el motivo. Fue él quien dejó en libertad a Jesús Rivera Aguirre, uno de los principales líderes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
A Don Chuy, como también se le conoce en el mundillo criminal, le habían detenido diez días antes en el municipio de Zacapu, mediante un discretísimo operativo que involucró al Ejército, la Guardia Nacional y las autoridades estatales.
Cuando los subordinados del CJNG corroboraron la aprehensión de su jefe desplegaron una serie de bloqueos carreteros y enfrentamientos armados cuyo propósito infructuoso habría sido rescatarlo.
Sorpresivamente, el miércoles 5 de marzo el juez García Mateos ordenó la liberación de Don Chuy pretextando que la carpeta integrada por la Fiscalía General de la República (FGR) no contenía información solvente para vincular a proceso a este individuo.
Durante los días posteriores, una nueva marea de violencia recorrió diversos municipios presuntamente controlados por Rivera Aguirre. Sicarios bajo su mando retomaron así el control sobre un territorio que el arresto previo habría puesto en duda.
Ayer por la tarde, la misma región sufrió un nuevo incendio de violencia. Un comunicado emitido por las autoridades locales solicitó a la población civil que evitara transitar por las carreteras y los poblados afectados.
La geografía bajo asedio es amplia: además de Zacapu se registraron balaceras en Apatzingán, La Piedad, Zamora, Morelia y Pátzcuaro. También se reportaron bloqueos en la carretera La Barca, así como en la autopista hacia Pénjamo.
Es difícil restarle responsabilidad al juez García Mateos respecto de lo sucedido este miércoles. De haber mantenido a Don Chuy tras las rejas, previsiblemente la región estaría ya pacificada. Ciertamente, la falta de resolución judicial a la hora de corroborar las pruebas aportadas por la FGR hizo que el conflicto escalara peor.
Zoom: ¿Qué hizo cambiar de opinión al juez García Mateos? ¿Fue por plata o fue por plomo que liberó a Don Chuy? Si entonces no encontró pruebas del poderosísimo rol que este líder juega en la jerarquía del CJNG, después de lo ocurrido el día de ayer, el juzgador estaría hoy obligado a pedir mil veces perdón.