Grupos del crimen organizado retomaron el robo de gas LP de los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el sur de Veracruz, un fenómeno que había disminuido en la pasada administración, advirtieron agentes de seguridad y empresarios.
El problema cerró en 2024 con la localización de 245 tomas clandestinas de gas LP en el estado, 76 por ciento menos que las reportadas en 2023, cuando se reportaron mil 025 casos.
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De acuerdo con estas cifras oficiales de Pemex, en 2024 se alertaron a las autoridades de 21 tomas clandestinas al mes conectadas a los gasoductos de la petrolera.
En el primer trimestre de este año, ya en la administración de Rocío Nahle, ese promedio diario incrementó a 25 tomas clandestinas localizadas mensualmente en todo el estado.
De acuerdo con fuentes municipales, los robos de gas LP se dan principalmente en la zona que comprende los municipios de Tierra Blanca, Tres Valles, José Azueta, Omealca, Isla y Juan Rodríguez Clara.
“Si está creciendo (el hallazgo de tomas clandestinas), la gente tiene miedo de denunciar de la existencia de estos eventos en sus parcelas o milpas, y nos niegan el acceso a pasar para revisar, tenemos que avisar a las autoridades de seguridad de Pemex para que les den el paso y también a nosotros por un tema de Protección Civil, y es cuando se detectan las tomas clandestinas, que no sabemos si llegan a denunciarse”, dijo un mando municipal.
Los mandos locales añadieron que el robo de gas encontró un remanso en la pasada gestión, luego de que el ex gobernador Cuitláhuac García solicitó el apoyo federal para la captura de gasotraficantes y el cierre de empresas expendedoras de gas LP consideradas 'patito'.
A finales de 2023, García reportó un operativo en 11 gaseras de cinco municipios del estado de Veracruz, donde ocho instalaciones fueron clausuradas debido a que se detectaron irregularidades desde su adquisición hasta la venta al público de este producto.
En diversas conferencias el ex mandatario mencionó que el incremento en las tomas ilegales de hidrocarburos y gas LP en Veracruz se debe a que las células criminales se refugiaron en la entidad tras los operativos contra huachicoleros en Puebla.
Fuentes indicaron que el trasiego de combustible en Veracruz está a cargo de células ligadas al Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y de Los Zetas Vieja Escuela, que operan las tomas clandestinas bajo el amparo de autoridades estatales o federales, y después colocan lo robado en el mercado negro, a través de las empresas “patito” o en puntos clandestinos de venta.
“Con el cambio de gobierno (estatal) este fenómeno está comenzando otra vez a subir, principalmente en Tierra Blanca, ahí parece que nadie se da cuenta de este robo”, sostuvo la fuente municipal.
En la zona de Veracruz, por ejemplo, empresarios distribuidores de gas acusaron de manera anónima, por temor a represalias, que grupos delictivos que controlan las zonas de distribución del hidrocarburo.
“Están visitando otra vez los negocios bien regulados, a que se involucren con un mercado ilegal, a operar pipas sin regulaciones ni medidas de seguridad, eso incrementa la inseguridad y la inversión productiva de muchos empresarios”, dijo un expendedor de gas LP.
A la situación se suman amenazas y cobros de piso por parte del crimen organizado, acusaron los afectados.
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