Circula en redes una caricatura donde el Papa Francisco le pregunta a la muerte si lo hizo bien, si fue un buen Papa. Guadaña en mano, esta le responde con un “Hiciste rabiar a los fachas. Fuiste el mejor”. Y sí, sobre todo cuando recuerdas los desaforados y vulgares comentarios de Javier Milei, que luego se tuvo que tragar en el Vaticano. No se digan las palabras de Abascal y los ultraderechosos voxistas que no pararon de abominarlo, al igual que toda esa feligresía acostumbrada a personajes anticomunistas y protectores de pederastas como Juan Pablo II, que tenía por consentido al padrote Maciel. Me encantó ver cómo se ponían como la niña de El Exorcista estos católicos doble cara, fundamentalmente prianistas, cuando Bergoglio afirmó “Es mejor ser ateo que ir a la iglesia y odiar a todo el mundo”. A Verástegui, que se desgasta dándose golpes de pecho mientras defiende a Trump, le quedó bien el saco.
Una figura la del Papa Francisco que se enfrentó a los poderes del Opus Dei y de los Millonarios de Cristo, que con humildad habló abiertamente del sida, la homosexualidad, el papel de las mujeres en la Iglesia, que cuestionó a Donald y a Netanyahu mientras los demás cerraban el pico.
Al tiempo que es demandando por Harvard por tratar de meterse en la libertad de cátedra como Pinochet en el Palacio de la Moneda, Trump anunció que acudiría a las exequias del Papa, seguro para cerciorarse de que, en efecto, ha muerto. Ahora mismo se apuesta sobre si Donald le declarará o no la guerra al Vaticano, pues quiere que la Capilla Sixtina le sirva a Melania para resguardar sus ajuares.
Curiosamente, los mismos derechairos que los domingos van a misa y van de ritual en ritual, son los mismos que veían al Papa Francisco como un peligroso comunista que renunció a preservar a las polvosas y artríticas estructuras oligárquicas y ultraconservas en almíbar. Esos que se refugian en la Biblia, son los mismos que le desearon mal. Solo les faltó sacar un promo contra el Papa como el de Telerisa contra los migrantes.
Calderón quiso hacerse el bueno y terminó firmando un tuit sobre el Papa tan cuajado de dislates que parece que lo escribió el joven Murrieta, quien asegura que científicamente está demostrado que un toro no sufre durante la lidia. ¿Es neta? Que se la dejen caer los monosabios, a ver qué siente.
Los medios que no cuestionaron a Juan Pablo II en todas sus bajas pasiones, hoy cuestionan a Jorge Mario Bergoglio hasta porque apoyaba al San Lorenzo de Almagro.
