Desde su proceso de rodaje y de un estreno múltiples veces aplazado, el hedor de una corrección política emplazaba el ambiente.
Se trata de una película millonaria cuyo presupuesto fue en aumento conforme se demoraba su estreno y que ha estado llena de polémicas por haber reemplazado a actores enanos con CGI y por haber criticado su propia protagonista a la caricatura original de Disney por su trama romántica "sexista" y por ello modificar Otro cambio importante en la adaptación de acción real es la eliminación del Príncipe Azul pues Disney ha redefinido el personaje de Blancanieves para que sea más independiente, en línea con “ las narrativas feministas modernas.”
Y en el momento donde las sociedades se polarizan entre aquellos que han exacerbado la corrección política hasta el paroxismo y los que justifican sus conductas intolerantes y agresivas ante supuestas, libertades de expresión, la industria del cine y sus cercanos parece no ayudar. Pues la película no debería de llamarse SnowWhite si no Snow Woke dicen por ahí algunos.
Por ejemplo, La Junta Británica de Clasificación de Películas ha incluido una larga lista de exenciones de responsabilidad en la nueva versión de Blanca Nieves. De acuerdo con el Dailay Mail, en la pelicula se les advierte a los espectadores se les dice: 'Una pareja se besa suavemente y se burlan de ellos por estar enamorados, un personaje amenaza con meterle algo en el trasero a otro durante un intercambio cómico y restos esqueléticos yacen en el suelo de una mazmorra'. También se ha emitido una advertencia de que 'Los personajes beben alcohol brevemente en una fiesta' y cuando se trata de violencia se establece que 'Un hombre recibe un disparo en el pecho con una flecha' y "breves peleas con espadas" y una "mujer es envenenada deliberadamente".
A esto se le suma que las protagonistas han tomado posición posición política con respecto al conflicto entre palestina e Israel de tal manera que la trama de la cinta ha quedado opacada por los escándalos.
Al parecer en la lucha y batalla por la igualdad, respeto e inclusión, no nos hemos dado cuenta que se ha perdido la brújula, cayendo en extremos ridículos, donde se teme incomodar hasta con el respiro. Y esto ha dado pie a qué aquellos que vulneran derechos y no se sienten cómodos con las minorías se burlen de las frivolidades en que se han convertido las batallas por los derechos, al ser al ser transformados en meras batallas culturales.
Por desgracia, se ha confundido lo woke con el progresismo. Y mientras gastamos tiempo y esfuerzo en batallas estériles, el racismo, gobierno autoritarios y violaciones a los derechos humanos crecen ante nuestros ojos. Pero preferimos seguir preocupados por si Blancanieves tiene novio o no en una película. Y sin alerta, previa ni advertencia el maleficio de woke nos acecha. Al parecer esa es la verdadera manzana envenenada.